¿Por qué escribo?
Porque la literatura es la Mentira en la que más creo.
Por supuesto no desdeño otras mentiras como el sexo, la familia, la amistad, mi ateísmo, los viajes, el sudor, la risa, la cerveza, el cine, el arte, y hasta esa cosa que llamamos amor.
Lo que ocurre, es que he aprendido a disfrutar de lo anterior, en buena medida y en su máxima plenitud, “literaturizándolo” todo. No al principio, pero sí una vez que la descubrí, mi pasión por la literatura fecundó al resto de mis pasiones, al resto de las mentiras que me hacen no tener prisa porque llegue la única Verdad.