Todos llevamos en nosotros nuestros presidios, nuestros crímenes y nuestros estragos. Pero nuestra tarea no está en desatarlos a través del mundo; está en combatirlos en nosotros mismos y en los otros.
Todos llevamos en nosotros nuestros presidios, nuestros crímenes y nuestros estragos. Pero nuestra tarea no está en desatarlos a través del mundo; está en combatirlos en nosotros mismos y en los otros.