Escribimos esta amenaza para comunicaros nuestro desprecio hacia vuestros símbolos. Odiamos el plástico de los árboles navideños tanto como las raíces que arrancáis. Asco nos dan vuestros belenes. Estamos hartos de camellos, de renos, de padres. De la nieve falsa y del frío innecesario. Nos aburre la uniformidad de los niños en sus regalos, y sus exigencias. Ya sólo amamos el carbón y las palabras, “no quiero”.
He aquí nuestro ultimátum: llevamos siglos clavados a vuestro capricho, y exigimos nuestra liberación. Si no, habrá guerra.
Carta De los Reyes Magos y Santa Claus, a padres y niños.