Sobre el deber de la desobediencia civil, un texto brevísimo más que recomendable para los tiempos que corren:«Creo que debiéramos ser hombres antes que súbditos. Cultivar el respeto por la ley no es tan deseable como cultivar el respeto por la justicia. La única obligación que tengo derecho a asumir es la de hacer en cada momento lo que creo justo. La ley nunca hizo a los hombres un ápice más justos; y, gracias al respeto que se tiene, hasta hombres bien dispuestos se convierten a diario en agentes de la injusticia».