Stoker (2013) de Park Chan-wook
Resuena aún el final de su banda sonora cuando comienzo a escribir, y reconozco que eso me deleita en parte. Acabo de asistir a una gran película capaz de sorprenderme, y de gustarme por romper los esquemas que previamente iba trazando y que poco a poco se quiebran, pero como debe hacerse, sin grandes giros de guión inverosímiles, sino con audacia, y al caso, hasta a base de simbolismo.
Versión moderna de una Lolita oscura, va más allá. Hacía tiempo que no veía una película tan valiente, y para los tiempos que corren (se estrenó este mismo año), estamos ante algo digno de mención. Decir que inquieta, que desprende sensualidad donde lo mórbido y lo sexual se entremezclan con maestría, o que las actuaciones son de sobresaliente, es mera perogrullada.
Puedo terminar una vez más contento de decirlo: ¡Véanla y dejen de leerme, lo agradecerán!