Dice Hegel que «cada conciencia busca la muerte de la otra», referenciando con ello que pretendemos imponer nuestra razón sobre la de cualquiera.
Dice Sartre que «el infierno son los otros», significando que queremos triunfar en nuestra subjetividad sobre la de los demás.
Digo yo, en mis días audaces, que a ratos me gusta ir contra natura, y dejar que mi conciencia se pierda en la de los demás sin querer imponer nada, sin pretender nada, sabiendo que el otro y yo somos polvo que a la ceniza de la nada fluye.