Considero El canon occidental de Harold Bloom una especie de biblia literaria. Da igual por donde se abra, te inspira amor hacia la literatura y hacia sus mejores profetas. Aquí va una de las innumerables pruebas:
«Desde una perspectiva puramente literaria, esta es la época de Kafka, más incluso que la de Freud. Freud, siguiendo furtivamente a Shakespeare, nos ofreció el mapa de nuestra mente; Kafka nos insinuó que no esperáramos utilizarlo para salvarnos, ni siquiera de nosotros mismos».