Llegué a esta novela como llego a muchas de mis últimas lecturas, gracias al taller de lectura y escritura donde participo, Habitación13, y después de una charla de los miembros del taller con la escritora Aranzazu de Isusi, que vino a diseccionar con nosotros su maravilloso libro de relatos, Benditas luciérnagas. Al finalizar tocó poner la tarea para la próxima sesión y nos apeteció algo de metaliteratura, salió como referencia El loro de Flaubert, de Julian Barnes (que tanto me fascinó hace menos de un año) y no supimos decir que no.
HHhH cuenta uno de los episodios más apasionantes de la II Guerra Mundial (no diré trágicos, porque esa guerra de la que hemos aprendido menos de lo que deberíamos, está plagada de hechos terribles y no tiene sentido hacer escalas al respecto), protagonizado especialmente por dos soldados paracaidistas de la resistencia checoslovaca y por el dirigente nazi Heydrich Reinhard, que sufriría en 1942 y en Praga, donde ejercía su poder con puño sanguinolento, un atentado a manos de aquellos, que si bien no cambió el rumbo de la Historia (los nazis ya habían cometido demasiados errores para tener posibilidades reales de ganar la guerra), sí que la agitó todavía más, con terribles consecuencias especialmente para el pueblo checo.
Sin embargo, habrá otro protagonista principal en esta historia, y este por momentos me enerva: el propio escritor. Laurent Binet recreará, mientras nos va relatando la historia principal, su propio proceso vital y creativo (podemos decir sin ambages que su obsesión), por este episodio histórico. El problema para mí no está en su estilo, posee una prosa limpia y eficaz, ni en las reflexiones metaliterarias, interesantes e incluso con giros cargados de fuerza, sino en el uso y abuso de él mismo como personaje. Por ejemplo, durante las primeras cincuenta páginas, su pulso personal lo pone casi a la altura del pulso de los hechos narrados. Y por ejemplo, en las últimas líneas, después de una despedida dura y emotiva, tampoco es capaz de prescindir en cierta manera de su ego.
Hecha mi objeción, quiero dejar claro que lo que se cuenta es tan apasionante, y que Laurent Binet lo cuenta de una manera tan acertada (hay que reconocerle un enorme mérito y un futuro brillante, la novela ganó el prestigioso premio Goncourt de primera novela, que escribirá, calculo, con algo menos de 35 años), que recomiendo sin duda alguna su lectura, a poco que como lector seas capaz de mirar al horror a la cara.
La Historia de la Humanidad es dura y aquí tenemos una buena muestra de esa dureza, pero creo que mirando de frente a lo peor de lo que somos capaces, es como descubrimos también nuestra capacidad para lo mejor. Como bien supieron los griegos, a pesar del maravilloso cosmos que tenemos sobre nuestras cabezas, nada hay más apasionante y misterioso que el ser humano. Y la II Guerra Mundial es uno de nuestros ejemplos más extremos.
Junio 2018
La he leído. Muy buena y muy dura!!!!
Muchas gracias y un saludo
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Gracias a ti por tu tiempo y saludos de vuelta;)
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