He llegado para quedarme, para arriesgarte y para sacarte de esas oscuridades a las que voluntariamente te sometes. Estoy aquí para ampliar tus principios, para que lo social se una a la acción, para que tu compromiso se cumpla realmente, para que traiciones a tu incompromiso, para que pises parásitos propios y ajenos, para que te muevas de los antros que te encadenan, para que veas y alumbres, para todo eso y más. En definitiva, para que seamos más completos.
Estas han sido mis primeras palabras, pero te aseguro que no serán las últimas. No te debo ningún agradecimiento, si acaso que me acojas en tu seno. Pero te advierto, más te vale sobrevivir pues de ello dependemos ahora tres y un futuro, duro, pero que valdrá la pena.
Y a ti Lázaro, qué decirte. Pues que estoy de acuerdo contigo, que nos llevaremos mal pero que será divertido, y más que nada, necesario. Gracias por la presentación en sociedad. Y ahora, Tú a jugar y Yo a tomarmelo en serio.