Algunas citas más o menos largas de Francisco Umbral en «Mortal y rosa»
«Las campañas humanitarias nos dicen que cada minuto -o cada segundo, no sé- muere un niño. Mueren de hambre, claro, de enfermedades, de miseria, de abandono, de progreso. Mueren de progreso, porque el mundo está progresando tanto que ya tenemos estadísticas exactas sobre los niños que se mueren. Lo que no tenemos es ganas de alimentarles, pero llevamos su muerte muy bien contabilizada. A lo mejor, con todo el dinero que cuesta el aparato burocrático de contabilizar miseria, se podía dar de comer a unos cuantos hambrientos. Pero lo primero es la estadística. Vayamos por orden. No hemos conseguido erradicar la miseria, ni nos lo hemos propuesto, pero la hemos contabilizado, codificado, controlado y explicado. Algo es algo.»
Si algo ha cambiado desde entonces, es que todavía contamos mejor.
«Dios sí que es un problema. Dios no me ha tomado nunca en serio. Dice Sartre que Dios es la soledad de los hombres. Yo debo ser más solitario que los demás, porque ni así. ¿Un vacío en mi obra, señorita? Mi obra está hecho de vacíos. ¿Un vacío en mi vida? Vivimos en el vacío. Dios o los cazadores de Arkansas, los tramperos. Dos temas que no me van. No los he tocado nunca. No pienso tocarlos. Hay quien se ha pasado la vida escribiendo de Dios, como Kierkegaard o Pascal, porque le va como tema, porque tiene pluma para eso. No es una cuestión de fe o de falta de fe. Es una cuestión de pluma.»
Por mi producción está claro que tengo pluma para Dios, que sea buena es otra historia.
«El mundo reposa en la explotación y se desplaza por la guerra. El mundo descansa en el explotado o avanza sobre cadáveres. Puedes elegir entre la esclavitud y la muertre. O ni siquiera eso. Eligen por ti. El hombre sólo ha sabido erigir escaleras de peldaños humanos. Todo se hace a costa de alguien. Enseñar Historia o grandes monumentos es enseñar crímenes. Vivimos sobre el terreno pantanoso de los explotados, pisamos las arenas movedizas de inmensas extensiones de sufrientes. Landas de sangre iluminan nuestro paisaje.»
La historia continúa.
«Una mujer mediocre es como un libro malo: hacen dudar de la literatura entera, de lo femenino universal.»
Quizá no guste, quizá no sea verdad, pero literariamente es soberbio.
«Parece que la vida va a ir por un camino y el sexo por otro. Se tarda en aprender que el sexo es el camino, que no hay más que un camino […] Qué difícil y qué tarde la asunción del sexo, su verdad, su plenitud, la invasión pacífica y placentera, la aceptación».
Cuestión de sexo.
Grandes verdades las del implacable Francisco Umbral. No me inspiraba demasiada simpatía, para ser sincera, pero escribía como pocos.
Aunque «yo he venido aquí a hablar… de otra cosa», así que no me pararé a dar mi opinión sobre sus citas.
Siento que no hayas tenido la amabilidad de contestar al extenso comentario que me tomé la molestia de escribirte explicando tu confusión.
De todas formas, seguiré pasándome por aquí. Un saludo.
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