7.07.10
Tuve que recordar cómo se hacen las divisiones.
Y España ganó la semifinal a Alemania con gol de Puyol. Es imposible no ser intrascendente y banal. Es también una pena no estar en España pero cómo olvidar con los años que este mundial de Sudáfrica lo viví “perdido en El Salvador”.
Hoy vi la tumba de Monseñor Romero, sin duda lo más bonito como manifestación artística que he visto en este país, y digo lo más bonito y lo hago de largo. Fíjense que se encuentra en la catedral de la capital, ¡que tiene aparcamientos en el recinto!
Egipto era sucio a más no poder, San Salvador le hace la sucia competencia. El suelo es el destino de la mierda en su gran parte, y creo que “gran parte” es autocensura para no decir, “siempre”. Háganse una idea, Mercedes acaba de leernos que el 60% de la Región (quizá el país, quizá la capital), o de la población de la Región, no tiene agua en sus viviendas.
Los coches y sobre todo los autobuses no saben lo que es carburar, o al menos lo que es el humo blanco, y no hay nada como ir con don Ovidio en el taxi y ponerse paralelo a uno de esos trastos tuneados con aleta de tiburón, para sentir el maravilloso hálito de la polución más negra.
Hicimos una fiesta de cumpleaños para Toñita, Wendy, Arelly y sorpresa, para mí. Comí panes de pollo, una tarta exquisita (a la altura de los míticos pepinillos), y zurramos una piñata de Hello Kitty. Sumemos que bailaron y que me hicieron bailar, sí me hicieron bailar, y obtenemos un día completo y feliz, y ya van unos cuantos.
Y es que se puede ser feliz entre polución, y entre carencias, y entre calles repletas de agujeros y bañadas en basura, y después de traumas y abusos sexuales. Y es que un niño puede ser como el dios que rompe las negras cadenas de un atroz destino esbozando una sencilla sonrisa. Y es tan bonito ser partícipe de ello.
Soplé la tarta y pedí el deseo como pocas veces habré hecho; el corazón exigió a lo que haya, sea azar o destino, dios o la pura nada, que ellas sean libres y felices.
Y entretanto, España celebra su primera final en la historia. ¡Qué gran 7 de julio San Fermín!