Siento que si algún día resolviera no ya todas mis contradicciones, sino tan sólo la mitad, o incluso alguna de ellas, podría morirme antes de tiempo, pero no sé si de paz o de hastío, si feliz o encabronado, si con sentido, o lleno de absurdos. Y sospecho que no soy el único que alberga tales sentimientos.