Cualquier día me descuido y dejo escapar a todos los demonios que cohabitan en mí. Mientras eso ocurre les iré dejando salir de uno en uno y por poco tiempo, no vaya a ser que les guste el mundo exterior y no quieran volver. En cualquier caso cuando les vean no les tomen demasiado en serio, ni demasiado en broma.