9.07.10
Quisiera recapitular algunos de los puntos más importantes hasta la fecha.
En primer lugar y como escribía el último día, los niños son como dioses en tanto que son capaces de forzar al destino y vencerlo. Ya pueden haber sufrido el peor de los infiernos, que con un poco de suerte son capaces de apagar cualquier llama y reírse de todo determinismo.
En segundo, que esa cualidad divina les sirve a ellos pero no a la especie humana, o al menos no en cuanto a mejorar la Historia, pues ésta se repetirá, si no en un rincón del planeta en otro, y eso cuando no ocurre en los cuatro costados a la vez.
Siguiendo con la idea del niño, recurriendo a la conceptualización nitzscheana y echando mano de la imaginería popular, déjenme decirles para terminar que necesitamos muchos más hombres y mujeres niño, así como un buen ejército de leones para defenderlos de tanto lobo como anda suelto (y que me perdonen los lobos por recurrir a la vieja, injusta y desgastada imagen). Pero por desgracia estamos tan lejos, y por desgracia hay tanto camello…