19.07.10
Según se mire la vuelta al lunes fue bien tranquila o bien fregada. Empezó como lo segundo y luego discurrió suave. Resulta que A. contó que este fin de semana los mareros quisieron acabar con una amiga de su hermana, y disparándola, alcanzaron a su hijo de siete años que ahora se debate entre la vida y la muerte. Por si fuera poco, al parecer ahora la buscan a ella y a su hermana. Y ya tenemos el pitote por tema de seguridad, miedos y acojones varios y lógicos.
Lo de este país y las maras es de psiquiatra. Ya podía bajar Dios a ras de tierra y aventarlos de una vez y para siempre hasta donde se pudrieran a gusto, pues por aquí rezan tanto al Señor, que algo podía hacer por la gente pobre.
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