Cada día veo con mayor claridad que mi «problema» se orienta en una dirección principal: la literatura. Esta y su núcleo que también se me hace patente, la ficción, me marcan mi relación con el mundo que me ha tocado vivir. Bendito problema, sí, cabe escribir, pero no olvido que el camino que se elige, anula muchos otros, y claro, me entra cierta «nostalgia» por un no será que me entristece.
Añadamos que tampoco pierdo la cabeza, y no se me permite olvidar el hecho de que tener un camino elegido, no garantiza meta alguna, y si acaso, provoca que aún se aleje más el horizonte. Más nostalgia aún si cabe, por el no será. Vivir es lo que tiene, la insatisfacción es lo que hay, y dentro de ella hay que buscar lo que más te sacie. Tal vez lo haya encontrado, ¡Qué más se puede pedir!